viernes, 24 de abril de 2009

no te tomes la vida tan en serio

Os podrá parecer raro, pero siendo médico, una de las cosas que hice en su momento porque me llamaba mucho la atención y me picaba la curiosidad, ha sido un curso de iniciación al Reiki.
No sé si os interesa, pero Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal y actualmente se está utilizando para identificar un sistema de sanación por imposición de manos. Rei significa universal y se refiere a la parte espiritual, a la energía que rodea todos los lugares y está en todas las cosas. Ki es la energía vital individual que rodea nuestros cuerpos manteniéndolos vivos y que está presente en todos los organismos vivos. El Reiki es un proceso de encuentro de estas dos energías.

Existen cinco principios del Reiki. A occidente han llegado varias versiones pero en esencia son:
-solo por hoy, no te preocupes.
-solo por hoy, no te irrites.
-solo por hoy, vive honestamente.
-solo por hoy, demuestra gratitud por todo lo que te rodea.
-solo por hoy honra a tus padres, maestros y ancianos.
No sé a vosotros, pero a mi este mensaje me mola. Tanto es así, que tengo colgados estos principios en uno de los despachos donde paso consulta e intento (al menos eso, lo intento) ponerlos en práctica a diario. Lo cierto es que no difieren mucho de lo que me enseñaron de pequeño en casa, en el colegio y en la catequesis.
Por otra parte, en su día cayó en mis manos un escrito que decía “cómo mantener el buen humor” y para ello daba 10 consejos que son:
-No te preocupes. De las actividades humanas, es la menos productiva.
-Que no te venza el miedo. La mayor parte de las cosas a las que tememos casi nunca suceden.
-No guardes rencor. Es una de las cargas más pesadas de la vida.
-Enfrenta cada problema según llega. De todas formas solo puedes manejarlos uno a uno.
-No te lleves los problemas a la cama. Son malos compañeros de sueño.
-No tomes prestados los problemas de los demás. Ellos pueden manejarlos mejor que tú.
-No revivas el ayer. Ya se ha ido para siempre. Concéntrate en lo que está pasando en tu vida y sé feliz ahora.
-Sé un buen oyente. Sólo cuando escuchas obtienes ideas diferentes a las que tienes.
-No te dejes vencer por la frustración. La autocompasión solo interfiere con las acciones positivas.
-Cuenta tus bendiciones. Pero no te olvides de las pequeñas. Muchas bendiciones pequeñas hacen una grande.
Y otra frase que, con buen humor, resume un poco todo esto:
No te tomes la vida tan en serio. Al final no saldrás vivo de ella.

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