sábado, 20 de marzo de 2010

resiliencia (y coaching)

Aquí os presento otro de los “bonitos palabros” de mi colección: Resiliencia.
Es una palabra que deriva del latín, del término resilio, que significa volver atrás, resaltar, rebotar.
En el campo de la física alude a la capacidad de los materiales de volver a su forma original después de haber sido forzados a cambiar o deformarse. En el de la psicología, el concepto de resiliencia (o afrontamiento), señala la capacidad para enfrentar situaciones críticas, sobreponerse y salir airoso y fortalecido, en vez de frustrado o debilitado.
Por tanto, resiliencia es la capacidad para resistir y no venirse abajo, para salir de los baches airosamente, incluso con más bríos.
Todos disponemos de una potente (y a veces insospechada) capacidad de superación de las adversidades y depende de cada uno descubrirla, adquirirla y usarla en los malos momentos ya que más que lo que nos sucede (y no podemos evitar todas las situaciones adversas), lo importante es como nos tomamos lo que nos sucede (actitud, amigos, actitud).
Y nunca es tarde para cambiar las propias actitudes, entrenándose en técnicas de modificación del pensamiento, recuperando la capacidad de reflexionar sobre uno mismo, aprendiendo a interpretar los acontecimientos de otra manera, aprendiendo a ser positivos y asertivos… es decir, que la resiliencia, igual que la personalidad, se puede educar y es posible cambiar actitudes en uno mismo (y también en los demás, si no ¿qué hacemos cuando educamos a nuestros hijos?).
Quizás, el mayor obstáculo al que nos enfrentamos cuando buscamos esa mejora es la convicción de que no podemos cambiar, amparándonos en afirmaciones como “yo soy así”, “cada uno es como es”, “a mis años ya no puedo cambiar”… pero esto es un gran error puesto que (en mayor o menor medida) uno puede cambiar (independientemente de la edad) si de verdad se lo propone.
Y al hilo de lo que os estoy contando, podemos hablar también del coaching, una disciplina que procede de los Estados Unidos y que es un proceso de aprendizaje dinámico e interactivo en el cual un entrenador (coach) ayuda a una persona (coachee) para obtener lo mejor de sí mismo utilizando sus propios recursos y habilidades de la forma más eficaz. Su objetivo es que podamos profundizar en nuestro propio conocimiento y progresemos de forma rápida y eficaz para alcanzar la autonomía en la resolución de problemas (tanto los importantes como los cotidianos) aumentando nuestro rendimiento y mejorando nuestra calidad de vida.
Existen procesos de coaching personal, empresarial, deportivo, para el éxito, ontológico, ejecutivo, transformacional… y tanto es así que muchas veces tengo la sensación de que lo que hago en la consulta, más allá de educación en la alimentación, es un verdadero proceso de coaching con mis pacientes.

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