domingo, 26 de agosto de 2012

ten un gran día

Puedes levantarte por la mañana esperando que sea un buen día o sabiendo que depende de ti que sea un buen día. 
En lo que puedas, en lo que dependa de ti, en las cosas en las que tú seas la parte principal, procura enfocar la vida con alegría y de forma positiva.
Tu estado de ánimo dependerá de cual sea la actitud con la que enfoques el día y ese mismo estado de ánimo es el que determinará tu predisposición a la acción y de esa acción, de tu manera de actuar, dependerán en gran parte los resultados que obtengas.
"Hoy puede ser un gran día (J.M. Serrat dixit), plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti. Dale día libre a la experiencia para comenzar y recíbelo como si fuera fiesta de guardar. No consientas que se esfume, asómate y consume la vida a granel. Hoy puede ser un gran día, duro con él.
Hoy puede ser un gran día donde todo está por descubrir si lo empleas como el último que te toca vivir. Saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol y no dosifiques los placeres, si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta, dile que ya basta de mediocridad. Hoy puede ser un gran día, date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar, un ejemplar único, no lo dejes escapar. Que todo cuanto te rodea lo han puesto para ti; no lo mires desde la ventana y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día. Y mañana también."
Una gran letra para una gran canción para comenzar (y tener) un gran día.
Ten en cuenta que es tu vida y que tienes la libertad de hacer con ella lo que quieras. 
Cada día está lleno de promesas (tanto de felicidad como de angustia) y Hoy se presenta ante ti esperando a que tú le des forma. 
Como dice la canción de Serrat, lo que suceda hoy depende en gran parte de ti. Escoge, por tanto, qué tipo de día vas a tener hoy y ¡¡¡ten un gran día!!!


sábado, 18 de agosto de 2012

receta 41: MELOCOTONES RELLENOS

Estamos en veranito y últimamente no tengo muchas ganas de pensar en cosas profundas (por cierto, si la piscina es honda ¿el mar es toyota?). Además, mi último pensamiento "jondo" creo que dejó descolocado a más de uno...
Pero como decía, estamos en veranito y en verano también se come y lo que apetece comer en verano son comidas fresquitas y refrescantes, pero no apetece engordar, por lo que las comiditas, además de fresquitas y refrescantes, tiene que ser ligeras.
Pues aunque a primera vista la receta que os dejo hoy no parece muy ligera, sí lo es porque la he modificado para que lo sea y además es ideal para preparar una comida rápida o un entrante para dejar flipado a más de uno.
Y siguiendo la tradición, superfácil de preparar. Vamos, que no hace falta ser un chef, ni siquiera un cocinillas para preparar este plato y quedar como un reinón ante los comensales.
MELOCOTONES RELLENOS
Es muy recomendable que todos los ingredientes estén en la nevera para que el plato quede muy fresquito.
Pillamos una lata de melocotones en mitades en almíbar ligero (los hay incluso edulcorados y otros con fructosa aptos para diabéticos). Abrimos la lata y sacamos bien escurriditas las mitades de melocotón y las ponemos en un plato con el agujero del hueso hacia arriba.
Por otra parte, en un bol mezclamos una lata (bueno, su contenido) de atún al natural (sin aceite ni escabeche,solo cocido con agua y sal) que escurrimos bien de líquido y desmigamos con los dedos. Al atún le añadimos 6 palitos de cangrejo picados, una cucharada sopera de mayonesa baja en calorías tipo ligeresa y una cucharada sopera de queso light para untar tipo philadelphia. Mezclamos bien estos cuatro ingredientes y con esta mezcla rellenamos las mitades de melocotón que teníamos preparadas. Espolvoreamos con perejil picado y... ¡a comer!
Bueno, esta es una idea de cara a cuidar la línea, pero el relleno lo podéis hacer a vuestro antojo con salmón ahumado, langostinos, bonito en aceite o escabeche, aceitunas, cambiar la mayonesa y el queso por yogur, decorarlo con una aceituna o un tomatito cherry o una anchoa de lata enrollada... En fin, que rigideces en la cocina y en la vida, las justas ¿no os parece?