domingo, 4 de agosto de 2013

pregunta importante

Durante mi estancia en la Universidad, un profesor nos hizo un examen sorpresa. Todos refunfuñamos, pero intentamos hacerlo  lo mejor posible. 
El examen constaba de diez preguntas. Todo iba más o menos bien hasta que llegué a la última:
¿Cómo se llama el bedel de la sala de Anatomía?
Seguramente esto era algún tipo de broma del profesor... Yo había visto muchas veces al bedel. Tenía unos sesenta años, estaba bastante calvo, desdentado, tenía una voz ronca... incluso alguna vez había cruzado alguna palabra con él para preguntarle alguna cosa, pero ¿por qué iba a saber su nombre?
Entregué mi examen dejando la última pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.
-Absolutamente-, dijo el profesor. En sus carreras profesionales ustedes conocerán muchas personas. Tengan en cuenta que todas son importantes. Ellas merecen su atención y su cuidado, aunque solo les sonrían y digan : -¡Hola!-
Nunca olvidé esa lección.
¡Ah! y también aprendí que el bedel se llamaba Isidoro...

Aunque realmente el bedel de la sala de Anatomía se llamaba Isidoro, esta no es una anécdota personal, sino una "adaptación" de una historia que me contaron hace tiempo con la que comulgo plenamente y cuyo trasfondo también he intentado transmitir a mi hijo. Respeta a cada ser humano que conozcas. Todos somos importantes. Los padres, los hijos, los abuelos, los hermanos... Los jefes, los empleados, los compañeros... Los profesores, los alumnos, los bedeles, la señora de la limpieza... Los médicos y los pacientes... Los conductores y los pasajeros... Todos.
No cuesta tanto y la recompensa es grande.


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