lunes, 24 de febrero de 2014

metamorfosis

La mariposa representa  metamorfosis. Es el símbolo de la transformación total y representa a la vez valentía (se requiere valentía para llevar a cabo los cambios necesarios en nuestro proceso de crecimiento) y una necesidad de cambio y de mayor libertad.
Es también símbolo de inmortalidad, de renacimiento y de resurrección. Tanto es así que en la antigüedad se creía que la transformación de la oruga en mariposa era similar al viaje del alma de un cuerpo terrenal a un cuerpo espiritual. De hecho, en griego su nombre es psyche, igual que alma y se pensaba que la psyche salía volando de la boca del que muere como si fuera una mariposa.
Algunas investigaciones científicas han comprobado que la mariposa es el único ser viviente capaz de cambiar por completo su estructura genética durante el proceso de transformación: el ADN de la oruga que entra al capullo es diferente al de la Mariposa que surge.
Es pues, como decía, el símbolo de la transformación total: El huevo es el principio, el nacimiento de alguna idea o proyecto.  La oruga es la decisión de manifestar algo en el mundo físico. La crisálida en el interior del capullo tiene que ver con "irse dentro", ya sea en reflexión interna o en el desarrollo de un proyecto o idea.  El rompimiento del capullo y la consiguiente salida de la mariposa implica compartir con el mundo todo el esplendor de tu creación. Una vez que entiendas en qué etapa estás, podrás descubrir cual es el siguiente paso.
Dicho esto, os presento a mi mariposa, la que está en la foto que acompaña a esta entrada. Es un cuadro en acrílico que pintó, allá por 1985, mi prima Begoña López, pintora profesional que maneja la acuarela como los ángeles.
Este cuadro, o mejor, esta mariposa, ha ido volando conmigo y acompañándome en todas las consultas que he tenido, desde la primera en la calle Vitoria, pasando por la de la calle Villamediana hasta llegar a posarse en la sala de espera de las nuevas instalaciones de Clínica Nutriestética en Avenida de Colón 43, mi nueva andadura en el mundo de la Nutrición y la Medicina Estética junto a mi socio, y ya amigo, Diego Ramírez.
Solo espero (y deseo) que, como he susodicho, esta mariposa represente esa idea de que tras la fase de reflexión y desarrollo de este proyecto (la crisálida), la metamorfosis de Clínica Nutriestética a lo largo de estos años, acabe compartiendo con todos vosotros todo el colorido y esplendor de la fase adulta del mismo.
Gracias a todos los que en esta transformación me habéis acompañado