domingo, 20 de abril de 2014

feliz

Aquí os dejo un poema, que a mi me parece delicioso, de Vicente Simón, médico psiquiatra, psicobiólogo y fundador y presidente de la Asociación Mindfulness y Salud. Ha sido pionero en introducir en España el método de la atención plena (mindfulness) dentro del trabajo psicológico.
El poema se titula ¡QUÉ FELIZ SOY! y su mensaje es, a la vez, muy simple y muy profundo. Leedlo con atención, saboreando cada estrofa. Si os fijáis bien, no os va a dejar indiferentes.

¡Qué feliz soy cuando sólo soy!
¡Qué feliz soy sólo siendo!

Estando sencillamente aquí,
notando la vida en mi cuerpo.

Sintiendo que vivo y respiro,
que siento.
Que puedo pensar.
Que no pienso.

Comprobando que veo,
aunque miro y no quiero ver
nada especial ni concreto.
Porque todo está bien.
Todo está bien, todo es bueno.

Sintiendo mi cuerpo
y el espacio que ocupa.
Y que puedo moverme,
aunque me esté muy, que muy quieto

y escuchando el bullir de las cosas:
sus trajines, suspiros y roces,
sus silencios y estrépitos,
sus señales de vida, su estruendo.

Y yo sigo aquí.
Encantado, contento.

Sin afán, sin empeño.
Sin rencor, sin lamento.
Sin espera ni anhelo,
ni angustia, ni tedio.

Sigo aquí.
Siendo, siendo.
¡Qué feliz, sólo siendo!

lunes, 7 de abril de 2014

el graduado

Hoy estoy (estamos) especialmente orgulloso(s). Este fin de semana hemos estado en Salamanca, ciudad universitaria por excelencia, para asistir a la ceremonia de Graduación de nuestro hijo Javier, que cuatro años después de iniciarlos, está a punto de acabar sus estudios de Grado en Ingeniería Informática. De hecho, la suya será la primera promoción de Grado en Ingeniería Informática por la Universidad de Salamanca adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior.
Al evento hemos acudido, para arropar al "Graduando" sus padres (como no podía ser de otra manera), sus abuelos (súperorgullosos los tres -y el que falta seguro que también-), su novia (¡faltaría más!) y su mejor amiga salmantina.
Ha sido una ceremonia discreta pero muy emotiva. Me han encantado los discursos de los padrinos de ceremonia, dos profesores -profesor y profesora- que han elegido entre todos los alumnos y que, cada uno a su manera, han dado a los chavales unos buenos y sabios consejos, tanto en lo referente a su futuro profesional como en lo tocante a su formación como Personas.
Una ceremonia de Graduación es un acto oficial que sirve de reconocimiento a los estudiantes que han completado o están a punto de completar su plan de estudios y, por tanto, se hacen merecedores del título académico que otorgue la Universidad donde lo han desarrollado. Durante el mismo se impone a los estudiantes la beca (banda de tela plegada en el pecho y con los extremos colgando por la espalda) distintiva de los estudios que han realizado y que en este caso, para las Ingenierías (y para Arquitectura) es de color marrón.
Pero la Graduación no deja de ser un rito de paso. Un paso desde la vida de estudiante a la incorporación al mercado laboral, de la juventud a la adultez, aunque se siga siendo joven.
Y tal y como les ha recordado su madrina de graduación, dentro de poquito, Javier será Ingeniero (que no informático) y podrá decir, (como el personaje de "La que se avecina" que dice: Antonio Recio, mayorista, no limpio pescado) Javier Hernández, Ingeniero Informático, no arreglo ordenadores...